Agradecimientos: Se que no lo hago nunca pero esta vez quiero agradecer a David por la lectura conjunta.
Sinopsis:
Hace cientos de años, la congregación Espúrea ascendió
al poder. Obtenía su magia de las cenizas y su ambición
fue tal que, finalmente, abrasó el mundo. Después de los
grandes incendios y de los cataclismos ocasionados por
aquel desastre, los supervivientes se escondieron en lo
poco que se mantuvo en pie.
Aline lleva encerrada en los últimos vestigios de la civilización
desde que perdió la última de sus batallas como capitana del ejército. Dejó la lucha por la política y pasó a formar parte del consejo, una institución que
trata de impedir que los suyos sucumban a un mundo reducido al polvo.
Con la llegada de Weiss, un antiguo compañero de la milicia, Aline recibe un mensaje póstumo de su
tío: unas coordenadas que esconden un secreto que bien podría salvar lo que queda o, por el contrario,
destruirlo todo. Aline no tendrá más remedio que emprender un viaje lleno de peligros con la persona
que había decidido dejar atrás, y cruzar un territorio dominado por las mortíferas tribus del fuego.
Mi opinión:
Me ha gustado muchísimo, nunca sabes con qué te van a salir, es de muchísima intriga.
El mundo está dividido en dos tribus, por así decirlo que se odian a muerte entre si, la tribu del fuego y la tribu de las cenizas, en concreto los protagonistas son de esta última tribu.
Nos presentan a Aline, una mujer bastante segura de si misma aunque se ve que posee varias inseguridades a pesar de que se la vea super dura, ya que, a menudo, tiene sueños muy raros y vívidos con cuando le cortan el brazo. Si, solo tiene uno.
Weiss es un trotamundos, es incapaz de permanecer unos meses seguidos en el mismo lugar y cuando el tío de Aline le da a éste unas coordenadas para su sobrina no tarda en engañarla para que se fuera con él y así, por un lado, recuperar un poco de la vieja Aline.
La novela en si es preciosa, con mucha acción y mucha fantasía, la autora se ha lucido, me encanta.
Nota: 8,5