Sinopsis:
Por fin Maddie ha tomado la decisión que su sentido común le pedía a gritos y ha dejado al sexy y arrogante Ryan Riley. Lo que nunca imaginó es que sería en ese preciso instante cuando comprendería que estaba renunciando al amor de su vida.
Lejos de aceptar la decisión de Maddie, Ryan no dejará de provocarla una y otra vez para hacerle entender que tienen que estar juntos. Ella se resistirá, tratará de mantenerse alejada de él, pero Ryan le demostrará quién sigue teniendo el control.
Para salvar su salvaje y adictiva relación tendrán que enfrentarse a una interminable lista de obstáculos que les pondrá realmente complicado que Nueva York vea su felices para siempre.
Mi opinión:
Adictiva y profundamente interesante, así es la segunda entrega de esta trilogía. Cristina por un lado hace que adore a Ryan pero es tan hermético que muchas veces solo siento deseos de apalizarlo.
La novela a mi parecer es adictiva y, la verdad es que me encanta la forma en la que describe todo la autora ya que es interesante ver los prólogos escritos por una persona diferente a quien normalmente escribe, es decir, los capítulos están todos en el punto de vista de Maddie mientras que los prólogos están los dos que he leido hasta el momento desde el punto de vista de Ryan.
A veces me encantaría que Ryan no fuera tan hermético y dijera alguna vez que piensa, ha tenido sus pequeños momentos de hablar más de lo que normalmente suele hacerlo pero me encantaría descubrir cosas sobre su pasado.
Por otro lado los secundarios me hacen reir, la loca de Lauren es muy yo para muchas cosas y los hermanos Hannigan tambien, seguidos de la familia de Ryan y Bentley y no menos importante, el padre de Maddie, me encantan.
Para concluir decir que la novela es adictiva y que ya estoy deseando saber lo que pasa en el tercero.
Nota 9/10
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