Sinopsis:
En este libro, Joaquín José Martínez cuenta ahora en primera persona su experiencia durante cinco años y medio en el corredor de la muerte desde su detención hasta la declaración de inocencia por parte del mismo juez que le condenó por ser el presunto asesino de Douglas Lawson, traficante de drogas, y de su novia Sherrie McCoy, bailarina de striptease.
Mi opinión:
Esta novela es una relectura, ya la había leído hace
muchísimo tiempo y puedo decir que es como quien comparte un relato de la época
Nazi de un superviviente de un campo de concentración. Nuestro protagonista,
además de autor del libro, va narrando todos los hechos, o algunos, porque si
se pone a narrar cada día de los años vividos en el campo tiene para una saga
enorme, que le llevaron a ser preso, de su día a día, de lo que sus padres
hicieron con la embajada española y todo eso, además que deja bastante mal a la
justicia estadounidense donde se pueden falsificar muchas pruebas. Además de
eso, deja un potente mensaje, decir no a la pena de muerte, puesto que hay
asesinos en la calle y gente inocente que muere.
Esta biografía me ha resultado muy dura de leer, ya que el
tema que trata, aunque me guste porque soy algo fan de los programas de
crímenes y todo eso, leer las memorias en un sitio donde se pasa mal, donde no
sabes cuándo va a ser tu hora y todo eso es bastante duro.
El lenguaje es sencillo y la novela no se empalaga, diría
que es muy ágil y que sin duda volvería a releerlo hasta aprendérmelo de
memoria.
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