Cuando Noah se enamoró de Nick sabía que su relación no iba a ser fácil: son polos opuestos, fuego y electricidad, y cuando están juntos saltan chispas... en todos los sentidos.
Hasta ahora, la pasión ha sido más fuerte que el orgullo, pero la diferencia de edad, la universidad, las fiestas, sus padres y los fantasmas que acechan a los dos les ponen a prueba una y otra vez, como una bomba de relojería que amenaza con hacerles estallar.
¿Está Noah realmente preparada para enfrentarse a sus miedos y volver a confiar en alguien?
¿Podrá Nicholas dejar atrás su pasado y abrir el corazón a una sola persona?
Si la primera parte era ya alucinante la segunda no se queda atrás, así es esta trepidante novela de Mercedes Ron.
La verdad la primera es solamente una pequeña dosis de lo que debo esperar la siguiente novela, aunque la verdad es que me ha dejado demasiado loca el tema de los secundarios, conocemos a más secundarios, como es la desaparecida madre de Nick que tiene demasiado para contar, aunque nos dé que pensar.
Esta novela tiene sus alti-bajos, pero he tardado incluso bastante menos en leerla que la anterior cosa que me ha gustado mucho.
Algo que no he dicho, se me ha olvidado, es que me encanta saber las dos versiones de esa novela ya que no se queda solo en la versión de Noah sino también en la de Nick, cosa que me encanta y que no se hace para nada pesado.
Esta novela, la peculiaridad que tiene es que la acción está en las últimas páginas, donde es algo parecido a cualquier novela mexicana royo La rosa de Guadalupe o alguna cosilla por el estilo.
Me llama la atención que esta vez no tenga escenas de acción y que Nick se haya olvidado poco a poco de quien era antes de conocer a Noah, solo por ella, pero bueno, es lo que hace el amor y el amor es ciego.
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