- Serie: Everlasting Wound #2
- Páginas: 328
- Publicación: 23 de abril 2018
- Editorial: Phoebe (Pàmies)
Sinopsis:
¡ALERTA! Spoiler para los que no han leído la primera
Después de la ruptura con Gary, Rebeka se refugia en casa de su hermano en Hallerburg, Alemania, para reorientar su vida e intentar olvidar cuanto antes al rockero norirlandés. Se siente perdida, herida y cabreada. Lo echa mucho de menos, pero se niega a recular e intentar arreglar las cosas con él.
Después de la ruptura con Gary, Rebeka se refugia en casa de su hermano en Hallerburg, Alemania, para reorientar su vida e intentar olvidar cuanto antes al rockero norirlandés. Se siente perdida, herida y cabreada. Lo echa mucho de menos, pero se niega a recular e intentar arreglar las cosas con él.
A base de juergas en el Rocco’s —un peculiar bar ilegal—, los cuestionables consejos de su amiga Ana y una nueva amistad con su vecino Daniel —un espécimen germano guapo a rabiar—, consigue recuperar el rumbo. Pero lo que tiene el amor es que viene sin avisar y a veces llega sin llamar…
¿Su relación con Daniel se convertirá en amistad-algo-más? ¿O existirán las casualidades cósmicas y volverá a aparecer Gary en su vida?
Mi opinión:
Solo puedo soltar un ¡Ay! Enamorado para lo que es la novela
en sí. En resumen es eso, entra lo malo
y vuelve lo bueno y creo que, por una vez el dicho aquí queda a la perfección
porque lo que se esconde entre sus páginas enamora hasta al más anti-amor.
La protagonista una vez ocurrió lo de Nueva York huye a la
casa de su hermano y su novia, que la protagonista piensa que se ha metido un
palo por el culo o que es demasiado fría, o puede que una extraña mezcla de las
dos cosas, quién sabe y que ni traga a
la cuñada ni la cuñada la traga a ella, claro que nuestra protagonista cuando
quiere es así de especialita.
Después de pasar unos cuantos episodios psicóticos en donde
se carga las flores del jardín de su hermano, que hace que se gane un poco de
odio por parte de su cuñadísima se hace amiga de un amigo de su hermano- poli-
vecino macizorro, parte de la peña a la que pertenece su hermano y que ella
llama con cariño “los siete enanitos” que oficialmente es un cielo pero para
nuestra protagonista es quizás demasiado perfecto y, aunque me encante para mí,
estaba de parte de la loca amiga de nuestra protagonista que decía que a
nuestra querida protagonista no le quedaba ese vestido, es decir, que ese rollo
de mujer de un policía no era lo suyo. Pero, ¿Dónde está el rockero? ¿Estaría liándose con alguna groupie
cachonda? ¿Estaría sin dejar de beber tal y como lo dejamos en Nueva York? ¿O
estará lamiéndose sus heridas igual que la loca de nuestra protagonista? Claro
que a ella es muy difícil superarla y con razón.
Nuestro protagonista está a base de escándalos, que si su
banda se separa, que si todo es culpa suya, claro que también los medios lo
exageran un poco demasiado. También se está lamiendo las heridas, no a lo loca
del coño como nuestra protagonista sino más del estilo de él.
Después de unos cuantos tejemanejes y un ida a lo historia
moñas romántica de la tele en la que el protagonista o la protagonista hace
algo o viaja a donde sea con tal de conseguir lo que quiere, se descubre todo
el pastel y eso me ha dejado de lo más loca debido a que he estado a punto de
entre morir de amor por los protagonistas o entre matar a cierto miembro de
Everlasting por ser un completo saco de mierda gilipollas.
En teoría la novela me ha gustado muchísimo, a veces tenía
ganas de matar a los dos protagonistas porque son más cabezones que los
bombones pero bueno.
La lectura es fluida y muy ágil y la historia vale de verdad
la pena y no solo porque va sobre el rock y demás que, de romántica, son mis
musos favoritos sino porque la novela se lee rápido y no es en absoluto
tediosa.
Me ha encantado la novela y estoy deseando saber que será lo
próximo con lo que me sorprenda la autora.
Nota: 10
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