Sinopsis:
Estar enamorado de la mujer que se desea olvidar no es algo que el joven e impetuoso highlander Zac Philips lleve bien.
Tiempo atrás, Zac posó sus ojos en Sandra, una joven de mirada y pelo castaños que cautivó con su sonrisa. Pero cuando el padre de Sandra falleció, sus abuelos maternos las obligaron, tanto a ella como a su madre, a dejar las Highlands, su lugar de residencia, y regresar a Carlisle, un lugar en el que ninguna de las dos conseguía ser feliz, sobre todo cuando sus abuelos se empeñaron en concertarle un matrimonio.
Dispuesto a salvar a su amada, Zac partió hacia Carlisle, pero al llegar allí se encontró con Sandra riendo divertida con uno de aquellos ingleses. Ofuscado y con el corazón destrozado, regresó a las Highlands con la intención de olvidarla.
Sin remilgos ni medias tintas, Sandra iba ahuyentando a sus supuestos pretendientes, ganándose así la enemistad de sus abuelos y, con el tiempo, cargando con la culpa por la muerte de su abuela.
Kieran es y seguirá siendo mi favorito pero es que Zac… Es
tan dulce también que es imposible decidirme con quién me quedo de los dos.
Duncan me gustó mucho, Niall me sacó de mis casillas pero
terminé amándolo, Kieran ya se sabe que es mi favorito, pero Zac me ha gustado
de sobre manera igual.
La historia de Zac empieza más o menos al igual que la de
Kieran, ya que Sandra era la mejor amiga de Ángela y por ende, era una de los
encapuchados, aunque parecía más osada ella que Ángela de nuestra anterior historia.
Ella ya conocía a Zac desde que ambas los salvaron pero
tenía una historia un tanto peculiar. Ella, al igual que Zac es medio inglesa,
la diferencia está en que era su padre el “salvaje escocés”. En el anterior
libro, Sandra se iba obligada a Inglaterra de nuevo con su madre, una vez que
su padre muere, pero las penurias que pasa ahí no habían hecho más que empezar.
Cuando ella asiste al bautizo del hijo de su amiga, su madre
padece penurias por culpa de su abuelo y el hecho de haberse casado con un escocés,
supuestamente había desprestigiado a la familia, cuando tienen que volver los
oscuros secretos salen a la luz.
Sola, desesperada y sin tener ningún sitio a donde ir,
nuestra querida protagonista intenta trabajar de camarera hasta que la
descubren los hombres de Zac y después de muchísimo consiguen convencerla de
volver al lugar donde nunca debía haber salido.
La novela me ha encantado, es la clase de novela que te
atrapa página a página y eso es lo que más valoro de una novela. Además que a
los protagonistas ya los conocemos de otras novelas y es como que se tienen
ganas de saber qué pasa con ellos además de con nuestros amigos de las novelas
anteriores que salen aún aunque un poco por encima y eso hace que no les eches
tanto de menos, cosa que eso me encanta puesto que te enteras que ha pasado en
sus vidas, como les ha tratado la vida, sus hijos, su nueva familia…
Algo que me gusta de esta saga a pesar de no saber el tiempo
exacto en el que ocurre cada libro, es decir, el margen de tiempo entre un
libro y otro es que se te clavan en la piel todos los protagonistas, que estás
siempre pendiente de que va a tratar su nueva locura.
Esta novela pero, en general es la saga entera se ha
convertido de mis favoritas y ya estoy deseando cual va a ser la nueva
aventura, por así decirlo, de mi querida Megan Maxwell.
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