Sinopsis:
El sorprendente hallazgo arqueológico de un drakkar vikingo en una de las pozas del río de La Miel, en Algeciras, empuja a Victoria a dejar su tranquila vida en Tönsberg para regresar a su Toledo natal.
Convencida de que el pasado desea desvelarle un último secreto, durante la excavación comienzan a sucederse una serie de extraños accidentes, como si una inquietante maldición pesara sobre el lugar.
Una noche, un misterioso aullido arrastra a Victoria a los enterrados recuerdos de su otra vida en el siglo ix. Al-Yazira, año 859. El emir Muhammad I se enfrenta a una nueva amenaza de los hombres del norte y, para combatirlos, precisa del único grupo nórdico asentado en al-Ándalus: los supervivientes de Skiringssal, bajo el mando de Gunnar.
De nuevo solo el amor podrá protegerlos de conspiraciones, venganzas y traiciones, así como de un obstáculo con el que no contaban: el funesto presagio de una hechicera. Juntos deberán enfrentar su destino final, liberando el último aullido de un lobo que resurgirá en ambos con más fuerza que nunca.
Mi opinión:
Si ya los dos primeros me emocionaron hasta límites
insospechados, esta novela ya es que se lleva la palma, ¿Qué les queda por
pasar a nuestros queridos Freya y Gunnar para poder vivir su amor en paz? Esa
pregunta me la he estado haciendo desde que empecé a leer el libro, ya que es
una pregunta que tenía pendiente muchísimo tiempo, desde que me enteré que era
trilogía.
En esta ocasión nuestros protagonistas se ven envueltos de
nuevo en el siglo IX, pero…. ¿Qué hace que el lobo no deje de aullar y que en
el pasado no pudieran tener la vida que ellos querrían por fin?
Nada más y nada menos que un hecho arqueológico hace que
nuestra protagonista tenga que volver de nuevo a España, en concreto a Toledo.
Su antiguo jefe se encuentra un drakar vikingo en medio y no había nada de mar
por lo que parecía un hecho extrañísimo pero como siempre, hay algo que contar,
ella desde el primer momento sabía que tenía que pasar algo en su vida
drástico, pero tenía miedo de saber que iba a ser eso y como iba a afectar a su
vida actual junto al amor de su vida, su Gunnar.
Es verdad que esta vez si que no hay personajes nuevo-viejos,
es verdad que, en los dos anteriores siempre reconocíamos a algunos de los
miembros de la anterior vida de Freya y de Gunnar pero esta vez no, lo que sí
hay son elementos sobrenaturales a lo hardcore, cosa que en los anteriores si
que no había y es la llegada de una bruja celta. Lo que pasa con ella hará que
la relación de nuestros protagonistas se desestabilice bastante pero la verdad
es que lo que tiene que contarnos ella está plagado de ganas de asesinarla y un
aura oscura que hace que se nos pongan los pelos como escarpias.
La novela ha estado a la altura de las otras dos, aunque me
ha sorprendido mucho más ya que me esperaba que iba a ser lo mismo del resto de
novelas, sin demasiados sobresaltos, pero esta vez, Lola si que se ha pasado,
si que me he quedado loquísima con todo lo que tenía por contarnos y me he
enamorado más si cabe de nuestro queridísimo Gunnar, aunque ya aviso que es
mío, y nuestra Freya, cada vez me ha ido sorprendiendo más su valentía y sus
ganas de comerse el mundo aunque el mundo acabe comiéndosela a ella o eso es lo
que dice la gente.
La pluma de la autora, como ya he dicho y no quiero
repetirme es muy ágil y hace que un libro de ella se lea en nada de tiempo,
cosa que eso es lo que más valoro de una novela.
La novela me ha encantado y estoy deseando saber que más
tiene por ofrecer la autora.
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